miércoles, 14 de diciembre de 2016

SÍNTOMAS, PREVENCIÓN

SÍNTOMAS

Como los nervios no pueden transmitir señales con eficiencia, los músculos comienzan a perder su capacidad de responder a los estímulos que envía el cerebro, ya que existe un fallo en la red nerviosa.
En sentido contrario, el cerebro también ve disminuidas las señales sensoriales que le llegan del resto del cuerpo, por lo que se le complica poder identificar sensaciones como texturas, calor, frío e incluso, dolor.

Los síntomas derivados pueden empeorar rápidamente, llegando a darse, incluso, casos en los que han pasado unas pocas horas entre los primeros síntomas leves  y los más graves.
Los principales signos de este trastorno son:
  • Debilidad muscular y parálisis: en la mayor parte de los casos es ascendente, es decir, comienza en las piernas y se extiende hasta los brazos; afecta a ambos lados del cuerpo.
  • Entumecimiento y hormigueo
  • Movimientos descordinados; puede ser tal, que impida al paciente caminar.
  • Pérdida de reflejos en piernas y brazos
  • Hipotensión arterial y alteración de la frecuencia cardíaca
  • Visión borrosa y doble
  • Sensación de parálisis facial y dificultad para mover los músculos de la cara.
  • Mareos y desmayos
Otro tipo de síntomas, tienen que ver con funciones vitales del organismo como comer o respirar. Tanto si aparece dificultad para respirar o para tragar deberá acudir con urgencia al especialista ya que podría necesitar asistencia respiratoria.


PREVENCIÓN

Al tratarse de una alteración en el sistema inmune y como no se conoce la causa exacta de su aparición es imposible prevenir el síndrome de Guillain-Barré. El hecho de que pueda afectar a cualquier persona, independientemente de la edad y sexo, también hace muy difícil establecer criterios de prevención.


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