SÍNTOMAS
Los síntomas iniciales de esta enfermedad son mínimos, como
por ejemplo:
- Temblor: se caracteriza por un movimiento rítmico que va hacia atrás y hacia delante. Principalmente, empieza en la mano, pero también lo puede hacer en un pie o en la mandíbula. Se intensifica en reposo y afecta a un lado o a una zona del cuerpo.
- Rigidez: se manifiesta con una falta de flexibilidad muscular. Los músculos tienen un músculo opuesto y el movimiento se produce porque se rompe ese equilibrio.
- Bradicinesia: es la lentitud de todos los ejercicios que se realizan de manera espontánea y automáticamente. Esta sintomatología que presenta el paciente es la que más imposibilita al paciente, por tanto más dura.
- Depresión: como es una enfermedad crónica, a veces dificulta su tratamiento. Sin embargo, disminuye los cambios emocionales.
- Dificultad para tragar y masticar: se produce aglutinamiento de saliva y alimentos. Por lo que provoca atragantamientos y babeo. También, hay problemas en cuanto a la dicción, disminuyen el volumen de su voz, repiten palabras o hablan con excesiva rapidez.
- Problemas urinarios: sufren incontinencias o tienen problemas cuando orinan. Esto es resultado de las carencias del sistema nervioso.
- Estreñimiento: ocasionado por la poca movilidad de los músculos intestinales y abdominales. La alimentación y el ejercicio físico también son factores importantes en cuanto al tránsito intestinal.
- Trastornos del sueño: la somnolencia y las pesadillas son características en esta patología.
- Pérdida de expresividad: la cara va perdiendo expresividad debido a la escasez de los músculos de la cara. Presenta limitaciones para mantener la boca cerrada.
- Inestabilidad: se reclinan hacia delante y atrás, provocando caídas con frecuencia. Realizan pasos pequeños y rápidos para no perder el equilibrio.
- Acinesia: es una movilidad total que se desconoce el tiempo que durará.
- Ganancia o pérdida de peso: el peso es variable a consecuencia de la enfermedad, depresión, deterioro cognitivo, etc... una bajada de peso importante puede repercutir muy negativamente en esta enfermedad.
- Hiposmia: se caracteriza por no diferenciar bien los olores o se disminuye la capacidad de percibirlos.
DIAGNÓSTICO
Su diagnóstico es bastante laborioso en su comienzo,
confundiéndose con otras patologías. Según la Sociedad Española de Neurología
(SEN), se tarda entre uno y cinco años en valorar si estamos ante un Parkinson.
Las pruebas que se llevan a cabo para confirmarlo es una
tomografía axial computerizada (TAC) con la que se observan los daños
cerebrales en el mesencéfalo. Además, se realizan los exámenes de los reflejos.
Pero, la medida más eficaz para detectarlo es la observación. A través de este
contacto con la mirada entre el médico y el enfermo, se pueden percibir los
posibles síntomas como los cambios físicos como emocionales.
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