Tratamiento
Es importante recomendar reposo durante el episodio agudo de vértigo junto a fármacos antivertiginosos y/o antieméticos en el caso de náuseas y vómitos. Estos pueden ser administrados por vía rectal o intramuscular.
Los fármacos antivertiginosos más utilizados son el dimenhidrato, hidroxicina, sulpiride y tietilperazina durante la crisis y y posteriormente entre 3 y 5 días más en el domicilio.
En los casos de vértigo posicional es útil la realización a los 3 días del episodio agudo de ejercicios de rehabilitación vestibular. Éstos se realizan estando el paciente en posición sentada con los ojos cerrados, cayendo hacia ambos lados alternativamente y de forma rápida. La repetición de estos ejercicios durante 4 o 5 días, y varias veces al día, mejora progresivamente el vértigo.
Para ayudar a resolver los síntomas del vértigo postural benigno, el proveedor de atención puede realizarle la maniobra Epley. Esta consiste en colocar la cabeza en diferentes posiciones para ayudar a restablecer el órgano del equilibrio.
La fisioterapia también puede ayudar a mejorar los problemas del equilibrio (como mencionamos anteriormente), realizando ejercicios para restaurar el sentido de este.
Para prevenir el empeoramiento de los síntomas durante un episodio de vértigo:
- Manténgase quieto. Siéntese o acuéstese cuando se presenten los síntomas.
- Reanude la actividad gradualmente.
- Evite cambios súbitos de posición.
- No intente leer cuando ocurran los síntomas.
- Evite las luces brillantes.
Sin embargo, además del tratamiento de la fase aguda del vértigo, es necesario investigar la causa que lo ha producido para ofrecer el tratamiento adecuado a cada caso.
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