1.- CASO CLÍNICO:
En el siguiente vídeo, un hombre de cincuenta años relata
cómo ha sido su experiencia personal al sufrir un infarto de miocardio debido a
los malos hábitos que llevaba. Tras pasar el tiempo de tratamiento, ha tomado consciencia de los
beneficios que tienen la actividad física y el no fumar. Así que opta con
valentía y decisión llevar a cabo una vida más saludable. Vídeo
2.- NOTICIA DESTACABLE:
Los hábitos de vida deciden si sufriremos un infarto de
miocardio y no los genes como creíamos. Si modificamos nuestra dieta, practicamos deporte y no consumimos tabaco
disminuiremos considerablemente el riesgo de sufrir un infarto. En conclusión,
nuestras conductas predominan frente a la genética. Fuente
¡¡ VIVAMOS SANAMENTE!!
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