DIAGNÓSTICO
El primer paso para el diagnóstico es observar el tamaño, la forma, el color y la textura del área en cuestión y si ésta presenta sangre o escamación. A continuación, lo mismo pero con el resto del cuerpo; si se sospecha de melanoma, la única forma de confirmarlo es mediante una biopsia que es la extracción de tejido y su revisión microscópica en busca de células cancerosas. Se trata de una prueba rápida que se puede hacer de forma ambulatoria.
Se recomienda al paciente que revise su propia piel. Para ello, deberá conocer el aspecto de sus lunares, las imperfecciones, las pecas y otras marcas que pueda presentar en la piel para poder detectar cualquier cambio.
En la siguiente foto, se aprecian ejemplos de ambos tipos de lunares ( benignos y malignos) y lo que los caracteriza.
"Ante la sospecha de tener cualquier lesión que sea persistente en el tiempo, que cambie sus características o que tienda a crecer lenta pero de forma progresiva el paciente debe acudir al dermatólogo para evaluarlo y dar un diagnóstico",recomienda el doctor Moreno (dermátologo del Hospital Quirón Barcelona)
TRATAMIENTO
La extirpación es el tratamiento más común de este tipo de lesiones, que puede completarse con la llamada cirugía de Mohs dependiendo de la lozalización o si la mancha tiene un tamaño considerable.
Según el tipo de cirugía distinguimos:
- La escisión simple consiste en la extirpación del tumor y parte del tejido que lo rodea.
- Cirugía de Mohs: consiste en la eliminación de la capa de piel afectada por el cáncer y posteriormente, el médico extrae el tejido que rodea la zona comparando ambos al microscopio.
- Criocirugía: Se congelan y destruyen las células cancerosas mediante nitrógeno líquido se congelan.
- Cirugía láser: Se usa en casos de carcinomas muy superficiales sobre los que se aplica el rayo láser para vaporizar las células cancerosas.
- Quimioterapia: Se suele utilizar el fluoracilo de forma tópica solo en patologías premalignas.
- Radioterapia: Consiste en el empleo de radiación para destruir las células cancerosas. Se trata de un tratamiento rápido y no doloroso que suele usarse como complemento a la cirugía o en pacientes que no puedan operarse debido a la edad, por ejemplo.
PREVENCIÓN
La forma más efectiva e importante de reducir el riesgo de desarrollar un cáncer de piel es evitar exponerse sin protección a los rayos solares y otras fuentes de luz ultravioleta. Esto debe aplicarse tanto en época estival como en el resto del año, ya que la nubosidad o la nieve no reducen la incidencia de la radiación solar. Esta precaución debe mantenerse desde la infancia, pues se ha demostrado que el 80 por ciento de los daños del sol en la piel ocurren antes de cumplir los 18 años.
Algunas recomendaciones para prevenir la aparición de este tipo de cáncer son:- Protegerse con ropa y gafas de sol
- No utilizar cabinas bronceadoras
- Utilizar cremas de protección solar
En siguiente vídeo vemos una campaña que promueve el uso de protectores solares a través de una cámara especial que te muestra los efectos de los rayos UVA en la piel y como, usando crema y gafas, se bloquean las radiaciones solares. Para la muestra, dale al Play.
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