jueves, 8 de diciembre de 2016

LINFOMA

El linfoma aparece cuando un linfocito, un tipo de glóbulo blanco, comienza a multiplicarse y deja sin espacio a las células sanas. Los linfocitos cancerosos crean tumores que agrandan los ganglios linfáticos.
Existen muchos tipos de linfma: Un tipo se denomina enfermedad de Hodgking o Linfoma de Hodgkin; el resto se conoce como Linfoma no Hodgkin. Estes últimos, comienzan cuando un tipo de glóbulos blancos, llamado células T o células B, se hacen anormales. Así, las células se dividen una y otra vez aumentando el número de células anormales.
Las células anormales pueden diseminarse a casi todas las demás partes del cuerpo. La mayor parte del tiempo, los médicos no pueden determinar por qué una persona desarrolla un linfoma no Hodgkin.
Para explicarlo de una forma más dinámica, os dejo aquí un vídeo explicativo sobre que es el Linfoma

Sin embargo, en esta entrada voy a centrarme en un tipo de linfoma en concreto: 

EL LINFOMA DE HODGKIN


El linfoma de Hodgkin es un cáncer del sistema linfático. Se le estudia separado del resto por sus características especiales.
En este tipo de linfoma, se producen de forma descontrolada unas células linfoides atípicas, denominadas de Reed-Sternberg, que parecen originadas en los linfocito B, causando el aumento de tamaño de los ganglios de una región del organismo para extenderse con el tiempo a otras áreas ganglionares vecinas, al bazo o la médula ósea.
Por lo general, se localiza en los ganglios linfáticos de la parte superior del cuerpo, ciendo el tórax, el cuello y las axilas las áreas más comunes.
La incidencia de esta patología en nuestro país es de 30 nuevos casos por millón de habitantes y año. Supone alrededor del 5% de los cánceres infantiles.

TIPOS:
Existen, según la OMS, dos tipos principales: el clásico (80%) y el de predominio linfocítico nodular (20%)
Dentro de los linfomas clásicos, distinguimos 4 subtipos ordenador de mejor a peor pronóstico:

Linfoma de Hodgkin clásico rico en linfocitos (10%)



• Linfoma de Hodgkin con esclerosis nodular. Es la variedad más frecuente (55%) e incide especialmente en adolescentes y niños.


• Linfoma de Hodgkin con celularidad mixta (16%)



• Linfoma de Hodgkin con depleción linfocítica. Es común en pacientes con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) (1%)


ESTADIOS:
El grado de avance del cáncer se suele describir como estadios. A diferencia de los linfomas no hodgkinianos, el linfoma de Hodgkin se disemina de forma ordenada pasando de un grupo ganglionar a otros contiguos, siguiendo la disposición de la circulación linfática y después al bazo, hígado, médula ósea. 
Por ello, el linfoma de Hodgkin se suele clasificar en cuatro estadios:

Estadio I:  afecta a una sola región de ganglionar o afecta a un solo órgano fuera del sistema linfático.

Estadio II: afecta a dos o más regiones ganglionares en el mismo lado del diafragma o afecta a un solo órgano extralinfático y sus ganglios regionales.


Estadio III: están afectadas regiones ganglionares a ambos lados del diafragma, con o sin afectación de un órgano extralinfático.
• Estadio IV: presenta una afectación diseminada en uno o más órganos extralinfáticos de forma difusa como el hígado, el pulmón y la médula ósea.

El estadio del linfoma de Hodgkin va acompañado de las letras A, B, E o S.

A: el paciente no presenta fiebre, pérdida de peso o sudores nocturnos.
B: el paciente presenta síntomas (fiebre, pérdida de peso y sudores nocturnos).
E: se encuentra cáncer en un órgano o tejido que no forma parte del sistema linfático, pero que puede estar cerca de un área afectada del sistema linfático.
• S:  el cáncer se encuentra en el bazo (spleen en inglés).

Para efectuar un diagnóstico preciso, deberán realizarse una biopsia de uno de los ganglios que ha aumentado de tamaño y un estudio de extensión de la enfermedad. Para ello, se suelen hacer análisis de sangre, pruebas por imagen que incluyen radiografías, ecografías, gammagrafías, RM y una bipsia medular ( del hueso de la cadera) para poder valorar también el estado de la médula ósea.


TRATAMIENTO:

El tratamiento del Linfoma es muy similar al de otros tipos de cáncer y se basa, fundamentalmente, en quimioterapia y radioterapia. 
En pacientes con un elevado riesgo de recaída se les realiza también un trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos.
Como cualquier otra enfermedad neoplásica, su pronóstico variará en función del tipo que sea, de la extensión y de la respuesta al tratamiento. En la actualidad, el porcentaje de personas que se curan oscila entre el 80%, algo muy favorable a tener en cuenta. Por el contrario, los pacientes con un Linfoma de Hodgkin bien curado son muy susceptibles de sufrir otros tipos de cáncer a corto-medio plazo.

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