CAUSAS
La mayoría de los casos de leucemia no tienen un origen
reconocible. Pero, se ha evidenciado que no es una patología hereditaria. Sin embargo
existen diversos factores de riesgo para la aparición de esta enfermedad:
- Haber recibido tratamiento anterior de otras enfermedades cancerosas. Como por ejemplo quimioterapia o radioterapia, las cuales provocan daño celular y derivan en una leucemia secundaria. Estas personas poseen un sistema inmunitario debilitado.
- Sufrir una alteración genética, como síndrome de Down aumenta las posibilidades de una persona a padecer leucemia.
- Exposición a algún tipo de agente tóxico, en el medio ambiental o en el lugar de trabajo, o también con el tabaquismo incrementa las posibilidades de sufrir esta enfermedad.
- Tener antecedentes familiares en pocos casos también puede ser otro componente de riesgo.

SÍNTOMAS
En cuanto a la
sintomatología de la leucemia, ésta va a depender por una parte de la
insuficiencia medular por el crecimiento de las células cancerosas que
imposibilitan el desarrollo de las otras células. Y por otro lado de la infiltración de
estas células en órganos y tejidos.
En determinados casos, el periodo que sucede desde la
aparición de los primeros síntomas hasta el diagnóstico, normalmente no es
mayor de tres meses. Generalmente, presentan una sintomatología en el momento
de su diagnóstico, pero en ocasiones se encuentran asintomáticos. Cuando se les
efectúa una analítica de sangre refieren unos signos, tales como:
- Astenia (cansancio)
- Anorexia (falta de apetito)
- Pérdida de peso
- Fiebre
- Sudoración
- Diátesis hemorrágica cutánea o mucosa (hemorragias en piel o mucosas)
- Dolores articulares
- Dolores óseos
DIAGNÓSTICO
Hay una cantidad de exámenes
clínicos que se realizan en todos los tipos de leucemias, estas pruebas son las
siguientes:
·
Analítica: realización de una análisis de sangre.

· Pruebas de laboratorio: destaca el recuento y
examen de células sanguíneas, las pruebas de coagulación y química sanguínea. Además
de del examen de microscópico.
.
· Pruebas cromosómicas: son de citoquímica,
hidratación “in situ” con fluorescencia y la reacción en cadena de la
polimerasa.
En la leucemia linfocítica aguda, es imprescindible realizar una biopsia del ganglio linfático para diagnosticar los linfomas. También, se hace una gammagrafía ósea, si el paciente manifiesta dolor en los huesos.
Es relevante comentar que cuando la leucemia se presenta en la infancia, su diagnóstico va a resultar más complicado por su dificultad sintomatología. Es semejante a otras enfermedades típicas de esas edades.
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